lunes, 19 de septiembre de 2011

Definiendo el Color







DEFINIENDO EL COLOR
Una novela, donde la imaginación y la realidad se dan las manos para proyectar el rostro oscuro de la política, puesto al desnudo: trampas, conspiraciones, crímenes, superchería, corrupción, engaños, amoríos extraviados y traiciones.

Todo, en el lenguaje escueto y puro de la verdad cruda, desfila por el escalpelo de la pluma de Carlos Agramonte; mostrando las miserias de los que nos gobiernan. Entrega una radiografía de la sociedad de estos tiempos, donde los actores hacen diferentes papeles, algunos de los cuales son totalmente opuestos unos de otros.

Un relato de primera mano donde el drama cruza y muestra la sociedad sin maquillaje.

Es una novela apasionante que lo dejará atrapado desde las primeras páginas.

Llega a la novelística dominicana una obra de formato mayor, encerrando el mundo de la gran novela latinoamericana. Construida con un dominio absoluto de la temática y de la técnica, Definiendo el color entra a cursar un camino no alcanzado por la narrativa de nuestro país.

Es una novela valiente, donde se narra todo el drama singular del mundo de la política, en el cual, en algunos casos, es una aberración y en otros casos es una actividad normal de los seres humanos. Muestra una sociedad que nosotros no quisiéramos que existiese o que no fuese así, pero que es la sociedad en la que vivimos y con la que compartimos cada instante de nuestras vidas.

Cada hecho, narrado con pericia y técnica, muestra la sociedad en que vivimos y son hechos que ocurren sin que nos demos cuenta y sin que nos podamos enterar. La novela nos muestra con esplendidez la sociedad oculta de estos tiempos.


Por tratarse de de una novela, género que permite la total libertad imaginativa, el lector de Definiendo el Color puede presumir que todo lo que se trata aquí es ficción.
(José Rafael Sosa, editor cultural del periódico El Nacional)

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